sábado, 3 de septiembre de 2016

¿Cómo Se Hizo "Tiburón" ("Jaws"-1975)? Parte 1






De igual manera que el tiburón es capaz de detectar sangre a kilómetros de distancia, algunos productores de Hollywood pueden "oler" los negocios aún desde mucho más lejos...
Ese era el caso de la dupla Zanuck - Brown, productores estrella en los finales de los años sesenta y principios de los setenta, con una serie de éxitos hilvanados en su sedal.
Esta pareja no solo tenía influencias en el mundo del cine; gracias a sus contactos en el mundo editorial eran capaces de detectar un buen libro con futuro de film, y eso fue precisamente lo que ocurrió con el manuscrito de un novato, llamado Peter Benchley, cuando solo era una gruesa de hojas mecanografiadas que ni siquiera habían pasado una primera revisión editorial.


Conjugando dos aspectos de su éxito:
la edición del filme y la lectura de su novela. 
El origen real y preciso de "Tiburón" se ubica en junio de 1971; en ese tiempo Benchley, un cronista reconocido por sus aportes de notas sobre temas marinos a la National Geographic Society, envía un bosquejo de cuatro páginas a una editorial donde reflejaba la historia de una futura novela. Esas cuatro páginas contenían los lineamientos generales de la historia, suficientes como para que un editor se interesara y pusiera en marcha la maquinaria que derivaría en la firma de un contrato entre Doubleday (la editora) y el escritor. Hacia mediados de abril del año siguiente, Benchley se comprometía a entregar cuatro capítulos del libro por lo que percibiría un pago de 1.000 Dólares, a cuenta de futuros honorarios, en caso de que la editora decidiera quedarse con el libro.
La presentación prosperó y el libro completo fue aceptado por la editora en enero de 1973, asignándole de paso su título definitivo que el mundo conocería y consagraría: "Jaws".



Dos de las tantas cubiertas que el libro obtuvo en sus ediciones alrededor el mundo

Su traducción literal es "Mandíbulas", un concepto claro en sociedades de habla inglesa, pero en las de habla española se decidió que el nombre más adecuado sería "Tiburón". Simple, sencillo, directo. Todos sabrían de que se trataba.
A ese punto de entrega, Benchley solo había percibido como sueldo total por todo el trabajo de redacción unos 7.500 dólares y cuenta la leyenda que para ese momento, y habiendo invertido la mayor parte de su tiempo del último año en escribir la novela, su horizonte laboral y económico no era promisorio.
Edición italiana de la novela
Estaba a punto de aceptar un trabajo a tiempo completo para Nat Geo, dado que su cuenta bancaria tenía solo 600 dólares de saldo, cuando la Diosa Fortuna, como en los cuentos de niños, vino a cambiar todo de golpe de la noche a la mañana...
La editorial decidió ir para adelante con el proyecto y salir a la venta con el libro en vista del interés que había despertado luego de un discreto pero efectivo sondeo. Por tanto esto, pusieron delante de Benchley un contrato que certificaba que el monto a cobrar por los derechos de autor, con su obra una vez en la calle, se establecía ahora en la friolera de ¡575.000 dólares!
Nada mal para una primera novela y algo absolutamente absurdo de pensar hoy.  A un escritor novato los editores ni siquiera lo leen, salvo que sea presentado por alguien de la industria que dé garantía de venta y comercialización.
Dos de las más famosas versiones de cubierta.
La superior, de edición en ingles, la inferior la presentación
más clásica que Pomaire hizo en Argentina, sobre todo de su
edición de bolsillo. Ésta fue la que conocí primero, en 1974,
antes de tener mi propio ejemplar a comienzos de 1977.



Toda esa comedia estúpida de escritores creando best sellers camino al trabajo o fantasías como la de la autora de Harry Potter escribiendo el libro del mago yendo en tren camino a buscar trabajo, es pura basura. 
Gran parte de estos "engaños" son responsabilidad de los editores para hacer más interesante aún el producto que, a priori, ya tienen perfectamente testeado y probado en el mercado, antes de que nadie mueva un dedo... Reflexión aparte y volviendo a la historia.
Por último, una interesante vuelta de tuerca une el final con el principio de la nota.

Los contactos de la dupla productora en el mundo editorial los alertaron, atentos a prestar oídos a historias interesantes. En Nueva York se había generado revuelo en el círculo editorial debido a una historia acerca de un tiburón que decide alimentarse cerca de las costas de una localidad veraniega del noreste del país. Ese era el comentario. Nada más.
Entonces, como hacen los tiburones frente a una potencial presa, ambos ejecutivos decidieron empezar a nadar en círculos alrededor de los editores, buscando identificar al libro y a su autor para ser los primeros en dar el mordisco, en caso de que decidieran comprar los derechos para una futura película.
Después de todo, parecía una historia  con todas las características de un potencial éxito...


¿Quiénes Diablos Son Zanuck y Brown?


Un joven Steven Spielberg queda en medio de su dos mecenas cinematográficos,
artífices de su primer gran éxito de su larga carrera como realizador.
Atrás, de gorra y lentes oscuros, David Brown. Aquí junto al director, Richard Zanuck
observando atento algo que Spielberg le marca.
Richard Zanuck (1934-2012) y David Brown (1916-2010) son dos "golden boys" dilectos de Hollywood. 
El primero es hijo de uno de los grandes ejecutivos iconos de los Años Dorados de la Meca del Cine, el legendario Darryl F. Zanuck. Ambos, padre e hijo, han sido artífices principales del desarrollo del negocio del cine durante el Siglo XX.
El segundo hizo solo un camino notable en la industria cinematográfica, a partir de su conocimiento acerca de un par de factores básicos y fundamentales en ella: la publicidad y el negocio editorial.


Letrero que adornaba el sitio de producción unicado en la locación de Martha´s Vineyard

Brown estaba casado con Helen Gurley, editora histórica de la revista "Cosmopólitan", un magazine femenino que lleva más de un siglo en la calle y que comenzó como un negocio familiar para luego expandirse hasta convertirse en una de las publicaciones a nivel mundial que marcaban tendencia en el mundo femenino.
En momentos en que Helen llevaba las riendas de "Cosmo" (como se la conocía usualmente) se hablaba de "La Era Helen Gurley" citando uno de los momentos de mayor éxito y penetración mundial de la publicación. A partir de ésto, David tenía acceso directo e información privilegiada de todo lo referido al mundo editorial y de la creación literaria, uno de las secciones fuertes que contenía la revista.

Históricamente, solo con variantes de color, éste era el logo que identificaba a las
producciones de la dupla.


La dupla Zanuck - Brown es la responsable de una larga lista de clásicos éxitos en la historia de Hollywood: "La Novicia Rebelde", "Patton", "Contacto en Francia" y "El Golpe", con Paul Newman y Robert Redford a la cabeza, son solo algunas de las tantas películas detrás de las cuales estuvieron.
Y ahora iban por una de sus más difíciles empresas al pretender convertir a "Tiburón" de novela a filme.
Para cuando el libro aún estaba en pruebas de galera, Benchley sumó a los 575.000 dólares cobrados en concepto de derechos de autor otros ... ¡400.000! obtenidos del trato firmado con los productores al cederles los derechos de filmación... ¡de un libro que aún no había visto la calle!
Y había más... autor y productores arreglaron que el escritor también se haga cargo del guión del futuro filme, por lo cual facturaría otros 150.000 dólares que a la postre, con reescrituras y accidentes de por medio se convirtieron en 250.000... ¿Van sumando? Nada mal para un novato ¿No?

Seguiremos el camino (arduo y duro por cierto) que desandaron quienes se embarcaron en esta magnífica aventura en sucesivas notas, y veremos entonces que pasó desde que un escritor cerró una historia frente a su máquina de escribir hasta que sentados en el cine escuchamos los repetitivos acordes de la música que no presagiaba nada bueno...

Insisto, nada mal para un "novato"... ¿No?

No hay comentarios:

Publicar un comentario