viernes, 10 de febrero de 2017

"The Persuaders" o "Dos Tipos Audaces"... ¡Qué lindos somos traduciendo títulos!



Publicidad de la BBC que anunciaba a la serie para cada viernes por la noche, como aquí en Argentina.



Tuvieron una vida breve, pero tal vez no necesitaban más para aumentar su popularidad, su éxito y la aprobación del público. Tal vez hoy a más de cuarenta años de su aparición, comprendemos que la propuesta fue solo un gusto que se dieron y que le dieron a la enorme audiencia que los siguió alrededor del mundo: verlos trabajar juntos y verse trabajando juntos.
El título original fue "The Persuaders" que podría entenderse como quienes tienen la capacidad de persuadir o convencer; alrededor del mundo le asignaron los títulos más disparatados que se puedan ocurrir, reemplazando al original y adptandolo a cada idioma.
Como dos modernos Abbot y Costello, Curtis y Moore hicieron las delicias
del público a lo largo de los únicos 24 capítulos que llegaron a filmar de la
serie.
De seguro el más gracioso habrá sido el tomado en Italia "Attenti a Quei 2" algo así como "Ojo Con Esos Dos". En Uruguay se estrenó como "Los Audaces". En España acertaron a la traducción literal, y hasta respetando el signo de admiración que portaba el original, quedando "Los Persuasores!". Y en Argentina, como en México y en Venezuela, acorde a los tiempos que corrían en los cuales términos como "canchero", "macanudo" o "piola" definían a los tipos que realmente estaban "de onda", no tuvieron mejor idea que ponerle "Dos Tipos Audaces", haciendo un verdadero alarde de asesinato lingüístico mezclando castellano con dialecto, por decirlo de alguna manera.

"Dos Tipos Audaces" era una serie que el viejo Canal 11 estrenó los viernes a las 21 horas, allá por 1973, con un éxito increíble que tenía sus razones. En el público en general y entre los pibes de la época, mis compañeros de colegio por ejemplo, el furor venía de acuerdo a una combinación de hechos recientes que cruzaban cine, T.V. y grandes actores. 
Danny Wilde y el Juez Fulton, responsable de todo lo que vendría luego...
Durante los sesentas, la imagen del británico Roger Moore había crecido en las pantallas de televisión locales gracias a éxitos como "Ivanhoe", "Aventuras en Alaska", "Maverick" y participaciones en "77 Sunset Strip" y "The Roaring 20´s" entre muchas otras apariciones; hasta que dió en el blanco con el primer gran éxito mundial en su carrera: "El Santo", cuya popularidad hizo que la serie se extendiera de 1962 a 1969, poco antes de que apareciera "The Persuaders" y la opción a hacerse cargo del papel que Sean Connery había dejado vacante recientemente, luego de una década de inigualable éxito. Nada menos que el mismísimo James Bond, rol que hasta allí era propiedad exclusiva del actor escoces.
Por todo esto, el papel que Moore tomó en la serie de 1971 lo encontró en la cúspide absoluta de su carrera.



Distinto era el perfil de su compañero, el no menos famoso Tony Curtis. Nacido en Nueva York en junio de 1925, Curtis participó en más de cien filmes y producciones a lo largo de su carrera, que terminó en 2010 cuando el actor falleció en Nevada, Estados Unidos.



Mismo auto, mismo actor... cuarenta y cinco años después!! Roger Moore posa junto al Aston Martin DBS
que condujera en la serie a principios de los 70´s




Con un par de capítulos de la serie, los productores robaron lindo presentándolos en
cines bajo el formato de filmes...
Iniciado en el cine en 1949, fue en 1953 que su rostro saltó a la fama cuando personificó al gran Harry Houdini en el filme que contaba su historia, tal vez uno de los mejores logrados desde siempre. Después su carrera se lanzó y era común verlo al menos en cuatro filmes por año, en importantes producciones de Hollywood en su época dorada.
En 1958 se destaca en una sórdida y cruda película compartiendo cartel con Kirk Douglas, nada menos, llamada "Los Vikingos" y años más tarde en otra memorable composición histórica cuando junto a Yul Brynner filma "Taras Bulba".
Ni que hablar de las comedias que lo unen en repartos variados a actores y actrices de la talla de Jack Lemonn, Jerry Lewis, Piper Laurie y hasta la mismísima Marilyn Monroe en "Some Like It Hot", conocida también como "Con Faldas y a Lo Loco"... Si todo esto no era currículum para que la unión de ambos actores generara movimiento a nivel mundial ... ¿Qué otra cosa podía serlo?



Glamour, Lujo, Mujeres y Dos Playboys Imparables

La serie narraba el encuentro casual de dos personajes del jet set internacional, que además inauguraba la posteriormente inagotable fórmula de "pareja despareja" que el cine y la televisión se aburrieron de explotar hasta aún hoy, en nuestros días.
Un millonario americano que había amasado una fortuna con el negocio del petroleo y los bienes raíces (Curtis) llamado Danny Wilde, coincide en Montecarlo con un representante de lo más excelso de la realeza británica (Moore) Lord Brett Sinclair, un adinerado noble con más títulos de los que podríamos recordar, un árbol genealógico permanentemente citado y referencias constantes a la ligazón entre sus antepasados y los momentos más destacados de la historia del Imperio.
Quien los reúne es un juez, amigo en común, que los requiere para auxiliarlo con un caso puntual, pero que a partir de allí determina entre ambos una amistad inseparable y el encadenamiento de historias y situaciones de todo tipo que los tienen como protagonistas.
Sea involucrados en el descubrimiento de contrabandos de arte, joyas u oro; en atentados contra la vida de políticos, figuras extranjeras o miembros de familias de alta alcurnia, secuestro de herederos millonarios o en peligro por atentados contra sus propias vidas, Danny Wilde y Brett Sinclair jamás van a bajarse de la montaña rusa en que su vida se convierte a partir de la aparición del juez.



Impresionantes fierros... La Ferrari Dino que conducía Curtis, el Aston Martin de Moore y la tapa del baúl de éste último autografiada por ambos actores

Curtis en sus años mozos
Si bien la serie intenta tomar un tinte dramático en más de una ocasión a través de guiones plagados de atentados, amenazas y personajes nefastos de variada calaña, lo cierto es que de fondo su eje fue armado en torno a una actitud fresca y hasta a veces hilarante de sus dos protagonistas, aunque más volcado esto a Curtis que a Moore.
Sin perder de vista la idea principal de calar directo a la atención de la familia toda frente al televisor, los productores definieron roles claros para cada actor que garantizaron ese gancho.
Curtis jugaba el papel del bufón simpático con las mujeres, el irónico ante el peligro y el irreverente permanente con todo lo que rodeaba de pompa y formalidad a su socio Moore.
Tormenta de facha diría Vieira... Linda la corbata.
Era lo que se estilaba entonces
Éste, a la vez, insistía en tomar su situación de vida como miembro de la realeza como si fuera algo de todos los días y con lo que la mayoría del resto de los mortales alrededor del mundo estuviese acostumbrado.
El resultado era un sinfín de situaciones delirantes mezcladas con pasos de comedia inolvidables, acción trepidante e ineludibles momentos de alcoba con todo un ejército de bellas mujeres, tanto maduras como jovencitas, que permanentemente atravesaban la vida diaria de ambos playboys...





Danny y Bret se desafían, ventanillas de por medio, a una loca carrera
en el inicio de la serie

La serie solo la compone una temporada de 24 capítulos. Así como suena, increíble pero real.
Con solo eso en pantalla, logró no solo mantenerse vigente en la memoria del telespectador, sino también convertirse en serie de culto sumamente reverenciada por los distintos públicos que han sabido apreciarla a lo largo de los últimos cuarenta años.
Sin duda alguna para aquellos que tenemos más de cincuenta años vividos, "Dos Tipos Audaces" fue un momento inolvidable de nuestra infancia en la que de alguna secreta manera todos queríamos ser Danny Wilde o Bret Sinclair.
En aquellos años (muy distintos de éstos de PSP, XBox y Smartphones) los juegos a los que nos dedicábamos de chicos, en gran parte, tenían que ver precisamente con recrear nuestras series favoritas o esos filmes épicos que nos dejaban sin aliento en la oscuridad misteriosa y llena de fantasía de una sala de cine.
Tanto ésta como otras tantas series, no solo alimentaban nuestra imaginación y nos transportaban a mundos y situaciones lejanas, sino que además colaboraban a empujarnos a pensar en que nosotros mismos eramos en ese juego, potenciales actores probándonos a futuro. La imaginación es maravillosa. Y si hay algo que realmente añoro de esos años, y lamento que los niños de hoy no puedan conocerlo y disfrutarlo, es el enorme valor que conlleva el hecho de armar mundos propios y vivir en ellos toda la fantasía de una cruzada a Tierra Santa, un duelo en el Lejano Oeste, cruzar el mar en un barco pirata o escaparnos a los confines del Universo para explorar mundos no descubiertos...
Hoy, todo se resume a vivir encerrados conectado a la energía eléctrica o a solo presionar botones para que "otro" viva las aventuras con nosotros echados en un sillón...

En esos años de tardes de juegos interminables no era necesario tener en cuenta la inconmensurable distancia que separaba a Mónaco, Londres o Roma, escenarios usuales en los que las series se desarrollaba, de los barrios de San Martín, Ballester o Devoto, que era donde nosotros reeditábamos las aventuras de Curtis, Moore y tantos otros héroes, en la piel de chicos de diez años que soñábamos con acercarnos a la posibilidad de cruzar ser pilotos de combate, heroicos hombres rana o simplemente elegantes galanes para ganarnos el favor de las más bellas señoritas...

Junto a éstas líneas, una muestra más del inagotable talento para hacer plata de donde no la hay. Los amigos italianos otra vez rejuntando capítulos y poniéndolos en la gran pantalla para tratar de estirar la bonanza.
Y por último, una verdadera joya. Ambos actores, sin doblaje y hablando ellos mismos en italiano, promueven la serie en un corto filmado con motivo del cercano estreno en la televisión italiana. para quienes desconocen el idioma, Curtis inicia presentandose para luego mencionar a su amigo "Kirk Douglas" (compañeros en un par de filmes. Uno de ellos "Espartaco") se disculpa y presenta a Roger Moore quien al margen de la cuestión le pregunta si sabe lo que tiene en la mano, haciendo alusión a los spaghettis que esta degustando.
Moore toma la posta y comenta a cámara que él mismo y... "éste a mi lado" iniciarán pronto una nueva serie que pronto estará en aire. Él es Roger Moore, lo aclara, y agrega que "es la cosa importante del hecho" y al referirse a su compañero lo menciona como un hecho menor... A lo cual Curtis le reclama y el otro señala que el es pequeño mientras hace alusión a su propia persona como algo "grande" y que estarán en ese canal y que esperan que la audiencia pueda verlos... "Fabuloso final" acota Curtis antes de terminar... Como ésta nota. Gracias por leer...





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