sábado, 25 de junio de 2016

Gerry Anderson - El Creador de Mundos


Gerry sostiene un modelo del
Stingray 

Gerry con los "Thunderbirds"
una de sus mejores creaciones

Sylvia, Gerry y Troy Tempest
comandante del "Stingray"
El Capitan Escarlata apunta al Capitán Black,
temible agente marciano. Detrás, varias versiones
del Vehículo de Persecución Spectrum

Tal vez el rostro no llame la atención ni el nombre diga mucho de por sí. Pero seguramente para cualquier amante de los shows televisivos de la década de los sesenta, Gerry Anderson sea una especie de García Ferré internacional y elevado a la décima potencia.
Desde 1960 y hasta fines de los setentas, todos los que contamos hoy entre 50 y 60 años  nos hemos quedado embelesados frente al televisor admirando los programas de este creador ingles, que hasta los últimos días de su productiva e increíble vida ha estado trabajando, ideando y reinventando mundos de fantasía nacidos de su propia imaginación.
Vengan... Conozcan a Mr. Gerry Anderson.



Conociendo al Sr. Anderson


Nacido como Gerald Alexander Abrahams un 14 de abril de 1929, en Bloomsbury, Londres, Gerry Anderson, tal el nombre adoptado para trabajar, tiene en su haber una serie de acontecimientos vividos, precedentes a su incursión en el mundo de la T.V., que fueron determinantes para toda la obra que luego construyó en años venideros.
Originario de una familia de inmigrantes polacos, su apellido original fue mutando hasta quedar en lo que hoy conocemos.
Para el momento en que la Segunda Guerra Mundial estallaba, la familia de Gerry aporta un joven valor a la causa contra el Nazismo: Su hermano mayor Lionel, que se alista en la Real Fuerza Aérea y es enviado a Estados Unidos para ser entrenado en una base llamada Thunderbird Field.
En las sucesivas cartas que el joven Lionel enviaba a su familia, se extendía en detalles de ese lugar que el niño Gerry grabaría en su memoria para siempre. Su hermano era un héroe que estaba en el medio de la empresa más importante que cualquier joven podía soñar por aquellos tiempos, todo romanticismo y aventura.
AP Filmes, logo de apertura en cada programa
Ese nombre quedaría marcado a fuego en su memoria y sería el que coronaría su mayor éxito en un futuro no muy lejano...

A lo primero que se dedicó Gerry cuando tuvo edad para decidir, fue a la fotografía. En 1947 una vez finalizada la guerra, se alistó como su hermano en la RAF, ingresando en la British Colonial Film Unit, una especie de productora al servicio del Imperio Británico dedicada exclusivamente a documentar temas de interés político y social referidos a la vida en los dominios territoriales del imperio alrededor del mundo.
Con el tiempo, la visión de la marca
de las productoras de Anderson
acabarían siéndonos familiares.
En 1950, Anderson casado con Betty Wrightman y padre de dos hijos, ingresa a la productora Polytechnic Studios en calidad de director y conoce allí a quien sería su socio en un emprendimiento futuro, Arthur Provis, 
En 1957, Polytechnic queda discontinuado y Anderson y Provis se unen a Reg Hill y John Read para crear Pentagon Films. Se suma también, en calidad de secretaria, una joven de nombre Sylvia Thamm quien pocos años más tarde se convertirá en la nueva Sra. Anderson, Sylvia Anderson, la compañera y socia que acompañará a Gerry y a Reg Hill a través de toda su exitosa carrera televisiva de los siguientes veinte años.

Cuando Pentagon corre la misma suerte que Polytechnic, Anderson y Provis crean AP Filmes y logran en 1957 su primera producción para televisión: "Las Aventuras de Twizzle" (1957-1958) una serie para niños pequeños cuyos protagonistas eran títeres y narraba la historia de una muñeca cuya particularidad era la capacidad de extender de forma notable sus extremidades. La creadora de esta serie era Roberta Leigh.


Twizzle y Torchy
En ese momento se suman al equipo dos nombres que con el tiempo tendrían brillo propio en el firmamento de las producciones de cine y T.V. cada cual en su especialidad, hablamos de Derek Meddings y de Barry Gray.
Meddings se convertirá en un referente mundial de los efectos especiales, de hecho llegó a estar a cargo del departamento de varios filmes de la Saga Bond por mencionar un hito.
Gray en tanto, ilustraría con su música más de un éxito en seriales televisivos y algunos filmes de producción inglesa.

En 1958 Roberta Leigh, la creadora de Twizzle, encarga a AP Filmes otra producción de títeres llamada "Torchy, The Battery Boy" (1958-1959). Anderson odiaba trabajar con títeres, pero el buen nombre que le granjeaba la excelencia de su producción hacia capitalizar su trabajo con miras a la dirección de filmes y programas con actores.
Entre 1959 y 1960 AP Filmes produce su tercera serie de marionetas consecutiva. Esta vez se trataba de "Four Feathers Fall".

Four Feathers Fall es un imaginario pueblo ubicado en territorio de Kansas a finales del siglo 19. En el, Tex Tucker es el comisario que guarda la ley y el orden; Tex posee una particularidad dada por las "Cuatro Plumas" que el título y el nombre del pueblo citan. En ocasión de salvar de la muerte a su nieto, un reconocido cacique indio hace entrega a Tucker de cuatro plumas mágicas a modo de obsequio.
Estas plumas brindan protección a Tex en su lucha contra el mal y a la vez le otorgan a su caballo y a su perro el don del habla. Si bien la serie cosechó sus éxitos, éstos no fueron los suficientes como para que Granada les comisionara una nueva producción por lo cual AP Filmes entró en una época de zozobra y Anderson debió aceptar la oferta de dirigir un filme clase B titulado "Crossroads To Crime", la oportunidad que estaba esperando desde tiempo atrás.

Otra de las compañías que acompañaron
los éxitos de Anderson.
Dicha oportunidad no le devolvió los frutos esperados, pero como "no hay mal que por bien no venga" la necesidad de Anderson en ese momento de apremios económicos lo llevó a cruzarse por entera casualidad con Lou Grade, un inmigrante ucraniano que era por ese entonces el titular de ATV (Associated TeleVision).
ATV, como luego lo fuera ITC, son dos iconos en el desarrollo de la televisión británica, y Anderson participó de él en cada paso de su evolución desde 1960 hasta nuestros días.
Mal que le pese a Mr. Anderson, su disconformidad con las marionetas iba a mutar rápidamente en los años venideros hasta convertirse en una verdadera simbiosis similar a la de Gepetto con Pinocho: Gerry Anderson se convertiría en el "padre" de toda una generación de títeres que revolucionarían el mercado mundial del entretenimiento infantil.


Empieza la Función.


Escritor, productor, editor, director. Estos son solo alguno de los roles que la base mundial de datos del cine y la T.V. le asignan a Gerry Anderson a lo largo de toda su carrera.
1961 es el punto de quiebre para un antes y un después en el trabajo creativo de AP Filmes. En ese año ve la luz una producción propia que no solo iba a iniciar una seguidilla de programas que se convertirían en clásicos de la T.V.; también se conformaba el núcleo de un grupo de trabajo que iría creciendo y consolidándose con el correr de los años en destrezas, perfeccionismo, desarrollo de producción y alta calidad en el producto final de sus producciones.
"Supercar" (1961-1962) es la primera serie netamente responsabilidad de Anderson y compañía. En ella, se sumaran al equipo compuesto ya por Sylvia, Barry Gray y Derek Meddings, Desmond Saunders, como director y Reg Hill como director de arte, quienes seran artífices más adelante de la ambientación y el ritmo de la mejor serie creada por el equipo.
Lo que haré aquí será dar un repaso a todas las producciones Supermarionation de Anderson y Cía. y en sucesivas notas iré desarrollando más en profundidad cada uno de los programas que forman parte de la extensa currículum de este genial creador..


Supercar (1961-1962)




Mike Mercury en la cabina, detrás suyo el Dr. Popkiss
y frente a la consola el Prof. Beaker. En la mesa Jimmy
y fuera de foco se ven las piernas de Mitch, el chimpance.
"Supercar" narra las aventuras de un grupo compuesto por dos científicos y un ex piloto de pruebas que desarrollan un vehículo particular capaz de moverse por aire, mar y tierra. Adelantándose décadas a la tecnología, el super auto incluía equipamiento tal como para ver en la niebla, detectar objetos a distancias sorprendentes, captar comunicaciones a su alrededor y alcanzar cualquier lugar, por más difícil acceso que tuviera, gracias a la capacidad de aterrizaje y despegue vertical que tenía.
Los Drs. Beaker y Popkiss eran los responsables del diseño y construcción del vehículo, mientras que el intrépido Mike Mercury era el encargado de pilotearlo. A ellos se suman el niño Jimmy Gibson y su mascota el chimpance Mitch, quienes en el primer capítulo de la serie son rescatados de un accidente aéreo y llevados a Black Rock en las montañas de Nevada, E.E.U.U. donde se halla la base secreta de Supercar.
El total de episodios en blanco y negro que compusieron la serie fue de 25, aunque algunas fuentes citan 39, sin estar esto debidamente confirmado y a partir de aquí el desarrollo de la técnica "Supermarionation" comenzó a avanzar y a mejorar a pasos agigantados con cada nueva serie de la productora.


El Capitán Marte y el XL-5 (1962-1963)





Así se llamó aquí en Argentina, en el original se lo conoció como "Fireball XL-5" y era uno de varios cohetes componente de una flota llamada World Space Patrol (Patrulla Espacial Mundial) encargada de vigilar el Sector 25 del Sistema Solar previendo potenciales ataques y amenazas extraterrestres.
Dra. Venus, Robert El Robot y el Capitán Steve Zodiac
A cargo del XL-5 estaba el capitán Steve Zodiac, acompañado por la bella Dra. Venus, el oficial científico Dr. Maths (por el vocablo matemática, en ingles) y Robert, El Robot, copiloto de la nave que cerraba cada aventura con la frase "Vamos camino a casa" en una pronunciación nasal e impersonal intentando imaginar como hablaría una computadora.
Tanto la anterior como ésta, se convirtieron en series referentes del entretenimiento infantil, y años más tarde en clásicos de culto que aún hoy mantienen vigencia y facturan ingresos como en los mejores momentos en los que estaban al aire.

El XL5 listo para el despegue desde Ciudad Estelar


Stingray (1964-1965)




También conocido como "El Meteoro Submarino", "Stingray" (Mantaraya) era un submarino parte de la WASP (World Aquanaut Security Patrol) encargada de vigilar los océanos del mundo en protección de variadas y temibles amenazas ocultas en el fondo del mar. 
El Stingray era el arma suprema de la flota, compuesta tanto por elementos de superficie como aéreos y submarinos.
Al mando del mismo estaba el Capitán Troy Tempest con su fiel e irreemplazable copiloto Phones y la misteriosa Marina, una princesa del reino submarino de Pacífica quien se sumara a la Patrulla a
modo de enlace y muestra de buena voluntad de los pueblos que moraban en el fondo del mar y que deseaban una convivencia pacífica con los humanos.
A cargo de la WASP estaba el Comandante Shore, un gruñon y malhumorado militar, secundado por el Teniente Sheridan quien lo auxiliaba en el control central y la operación desde las instalaciones que la organización tenía en tierra.
Unida a la fuerza y miembro de su equipo, estaba Atlanta Shore, su hija, quien competía con Marina por el amor de Troy Tempest.
Como perlita podemos contar lo siguiente. La voz de Atlanta a lo largo de toda la serie, estuvo a cargo nada menos que de una vieja conocida del público: Louis Maxwell, Miss Moneypenny en todas las películas Bond protagonizadas por Connery, Lazenby y Moore durante veinte años...



Thunderbirds (1965-1966)





Con solo 32 capítulos en su haber y dos temporadas, "Los Guardianes del Espacio" tal como la presentaban en Buenos Aires, fue la primera gran revolución luego de las anteriores producciones de Anderson.
Cada nueva propuesta mostraba más aventura, más imaginación, mejores técnicas, nuevos modelos de los más increíbles aparatos (naves, barcos, cohetes, aviones y máquinas) pero lo mejor de todo era que los temas y los guiones también evolucionaban y crecían en tensión, realismo y credibilidad... visto desde los ojos de un niño, por supuesto.
Con "Thunderbirds" Gerry Anderson inaugura una nueva dimensión de su desarrollo profesional. Aquí inicia Century 21 Cinema Productions, la compañía a partir de la cual creará ciclos consagrados desde mediados de los sesenta hasta fines de los setentas, con una seguidilla de éxitos a cual mejor en producción y factura técnica.
"Capitán Escarlata", "Joe 90" y "Servicio Secreto" se destacarán dentro de la serie "Supermarionation" y "UFO" y "Space:1999" en series "Live Action".


"Thunderbirds" narra las aventuras de la familia Tracy al mando de una organización humanitaria y sin fines de lucro, Rescate Internacional, dedicada a intervenir en cualquier situación de emergencia o rescate en la cual se la necesite.
Al mando del grupo se encuentra un ex astronauta, filantropo y millonario, Jeff Tracy, quien dirige a sus hijos Scott, Virgil, Alan, John y Gordon, cada uno a cargo de uno de los Thunderbirds, naves que cumplen distintos roles específicos y que puestos a trabajar en equipo coordinan los salvatajes y rescates más increíbles que se puedan imaginar.
Dotados de equipos especiales y más revolucionarios que las naves que los transportan, producto de la capacidad, imaginación e inteligencia del científico Brains, los hermanos llevan a cabo arriesgadas misiones de rescate alrededor del mundo, siempre en una carrera contra el tiempo para salvar víctimas.



Capitán Escarlata (1967-1968)





"Esta es la voz de los marcianos..." Luego del inicio de cada capítulo, en donde se mostraba un ataque perpetrado por los marcianos, la presentación del mismo arrancaba con una voz en off que hacía oír esa frase como principio de la descripción del ataque que los enemigos de la tierra llevarían a cabo y las fuerzas de defensa de Spectrum deberían evitar.
El Capitán Escarlata era uno de los agentes de Spectrum que durante un atentado es muerto a manos de los marcianos. Éstos poseían la capacidad de replicar cualquier objeto o persona, luego de destruir el original. Por lo tanto, una vez muerto el capitán, una réplica suya es puesta en escena controlada por los extraterrestres. 
Pero luego de una dura lucha, logra sobreponerse al control mental que éstos ejercen sobre él y vuelve a la normalidad recobrando su conciencia humana, aunque conservando la capacidad reconstructiva marciana: el Capitán Escarlata se ha vuelto indestructible.

Bajo esta consigna, Escarlata, acompañado en su gran mayoría de aventuras por el Capitán Blue y siguiendo las directivas del Coronel White, llevará a cabo las misiones que se le encomiendan desplegándose desde la Base Nube, un gigantesco complejo flotante en las alturas sobre Inglaterra, similar a un portaaviones, desde donde funciona el cuartel general de Spectrum, una organización internacional dedicada a proteger a la Tierra del ataque constante de los marcianos.
Ésta producción de AP Filmes y Century 21, inicia como dijimos una nueva era en la propuesta de seriales basados en marionetas. Aquí los muñecos dan un salto de calidad notable, como así también los diseños de producción, los de arte y los efectos visuales y especiales.



Joe 90 (1968-1969)





La siguiente entrega en la lista es "Joe 90", tal vez la menos célebre de todas las creaciones de la factoría Anderson, pero no por mala en calidad y propuesta, sino más bien por pecar de adelantada a su época y al público que estaba dirigida.
Desde "Supercar" a "Capitán Escarlata" la apuesta se iba redoblando pero sin perder de vista que los destinatarios de la creación eran niños. Ya en "Capitán..." la propuesta toma un tinte más serio en todo aspecto. Si con "Los Guardianes..." se había introducido el ítem de la angustia por los rescates en el límite, en "Capitán..." el carácter sombrío de las historias y la sensación de amenaza permanente había transformado el entretenimiento para niños en una historia definitivamente para adolescentes.
Sam Loover, el pequeño Joe y el Profesor McClane
justo antes de partir hacia una nueva misión.
El nivel había subido un escalón. El límite de edad para comprenderlo también.
"Joe 90" introdujo un cambio fundamental que determinó dos cosas: la primera, marcar que las series de marionetas llegaban a su máxima expresión, cosa que sería comprobada con la siguiente en estrenarse y que sería la última de la saga producida en cadena por Anderson. La segunda, que definitivamente tanto las historias, como los guiones y la propuesta en general se habían alejado del perfil infantil y buscaba otro público.
En ésta oportunidad el planteo era tan original como extravagante. Un científico, el profesor Ian McClane y su mejor amigo, Sam Loover forman parte de una agencia secreta, la WIN (World Intelligence Network). McClane ha desarrollado un ingenioso e increíble dispositivo cuya particularidad radica en implantar patrones de habilidades extremas y específicas en lo profundo de la psiquis humana. Así, por medio de un proceso de "grabación cerebral", los conocimientos incluidos en una vasta base de datos computarizada son trasladados de ahí a la mente de su hijo de nueve años, Joe McClane, transformándolo de niño en edad escolar a espía altamente calificado debido a la especialización de sus conocimientos y habilidades.
Joe puede convertirse en un experto piloto de combate, en ingeniero químico, soldado de elite o científico matemático con solo someterse al tratamiento que transfiere los conocimientos necesarios desde una computadora central a su cerebro, en el tiempo en que tardan en transcurrir los títulos de presentación de cada capítulo.




Servicio Secreto (1969)





Último programa basado en marionetas que el equipo de Anderson hace hasta más adelante, cuando en 1980 experimente con una nueva entrega denominada "Terrahawks" sin mayor éxito ni vuelo.
En este caso se narraban las aventuras del Padre Stanley Unwin, un cura a cargo de una parroquia rural inglesa quien en realidad era operador de una rama de la inteligencia británica denominada BISHOP (Obispo). Unwin contaba con la inapreciable ayuda de un colaborador, Matthew Harding, un joven que era quien llevaba en realidad a cabo todas las misiones que le asignaba "El Obispo", jefe de la rama, desde Londres.
Unwin y Matthew contaban con un curioso y especial dispositivo: El Reducidor,  un equipo capaz de reducir el tamaño de un humano hasta en un 75 % lo cual terminaba dando al hombre una altura de solo unos 30 o 40 centímetros, útiles para filtrarse por los sitios más peligrosos con el fin de colectar inteligencia o llevar a cabo las misiones más osadas.
Aquí, los productores experimentan por primera vez la opción de mezclar en la filmación a actores reales con marionetas; de esta forma en tomas lejanas donde, por ejemplo, circulan autos éstos son reales, conducidos por actores. En tanto en las secuencias de marionetas, los lugares por donde éstas se mueven pueden ser tanto escenografías a escala como de tamaño natural en las que interactúan con humanos.
Los guiones y la producción de esta serie están entre lo mejor de lo hecho por AP Filmes y Century 21, pero debido a la evolución de otras producciones para televisión, paralelas a las tiras de marionetas, éstas quedaron discontinuadas por perder el interés popular y no siendo suficiente el ser direccionadas solo al público infantil.
Pensar que para ese entonces, producciones de ciencia ficción y aventuras como "Viaje al Fondo del Mar" "El Tunel del Tiempo" "Tierra de Gigantes" o "Star Trek", por solo nombrar algunas, superaban con creces los planteos y el despliegue de producción que Anderson podría proponer desde su propuesta de "Supermarionation".





Para cerrar, diremos que no por ello Gerry y compañía bajaron las banderas y se retiraron del negocio. Por el contrario. Como hicieran siempre en el pasado, reagruparon fuerza y volvieron a la carga con una nueva creación, esta vez armada como un programa convencional, con actores reales y un gran despliegue de producción que derivó en un par de éxitos de la época y, a la postre, series de culto de las cuales nos ocuparemos en entregas siguientes.



Logo de la actual empresa que cuida los intereses y el legado de Anderson
en la presencia de su hijo Jaime



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