viernes, 31 de enero de 2014

Cine Vs. Libros ¿Qué Hacer Cuando Lo Escrito Es Llevado a La Pantalla?

En otro momento la situación era mucho más usual. Estoy hablando de unos treinta y cinco o cuarenta años atrás. 

La literatura de ficción era un segmento de consumo masivo y la demanda de buenas historias era permanente y sostenida; de ahí que los productores cinematográficos no perdieran oportunidad de utilizar las tramas de best sellers como punto de partida de producciones que marcaron época en la historia del cine.
Y a la inversa también se daba la situación: cuando un filme se convertía en éxito, su historia era trasvasada al papel para que aquellos que lo desearan pudieran conservar la misma en formato de libro.

Hoy la tecnología hace que esa posesión sea digital e inmediata. La mayoría de los filmes y series de T.V. están disponibles en la red ni bien vieron la luz por canales formales; y aún antes. Con esto, y sumado al aliento por descartar lo impreso e ir al formato digital, los libros que se asociaban con grandes títulos del cine fueron en franco retroceso.
Pero cuando mi generación transitaba los años de su infancia, el tándem de historias en el papel y en la pantalla era más que común y entonces la discusión que se daba era "¿Qué preferís, el libro o la película?"



Empezemos Por Un Hito


La lista de duplicación de historias en los dos formatos era enorme por esos años y no vale la pena pasarle revista. 
Partiremos de elegir uno de esos tándems que fueron de los más discutidos y controvertidos de resolver y que aún hoy, casi cuarenta años después de la aparición de la historia, para algunos sigue sin solución en su elección de propuesta.
Estoy hablando de "Tiburón" ("Jaws" - 1974), novela escrita por un periodista y redactor llamado Peter Benchley y de su posterior versión fílmica, el título se respetó textual en esta ocasión, cuyo responsable fue Steven Spielberg en 1975.

Ya he escrito una nota a modo de inicio de este tema (ver aquí en el blog colocando la palabra "Tiburón" en el buscador) pero ahora quiero volver de forma más ordenada. Este es el verdadero motivo de la presente.
La idea es separar el material de mi interés en tres partes:
La primera irá referida al filme a través de la crónica de su creación, cuya data proviene de un libro mágico que menciono en la nota anterior citada.
La segunda, analizando de forma específica la novela escrita por Benchley, cuya narración difiere sustancialmente de la historia mostrada en la pantalla.
Por último, la tercer parte quiere referir a quién era este periodista, redactor y escritor que dedicó su vida y su obra al análisis y el estudio del animal que captó toda su atención y al narrar aventuras ambientadas en el mar, su verdadera pasión.

Por ende se encontrarán de aquí en más notas que, con los títulos indicativos como mencioné en días pasados, irán desandando el camino del arduo trabajo que supuso la filmación de Spielberg, los detalles de la novela escrita con tanto apego y obsesión y la historia de vida de su creador, apasionado por el ámbito marino, sus secretos y sus múltiples formas de mostrar una naturaleza profunda y compleja.

Los invito a conocer todo lo referido a una creación conjunta (libro y filme) que cambiaron radicalmente la forma de contar historias en el papel y, de manera mucho más drástica, en el cine.

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