sábado, 16 de julio de 2016

"Dr. No" (1962) - Un Fresco Éxito de 54 Años de Edad







Detalles y Secretos del Primer Filme Bond


Para concretar la primera aparición de James Bond en la pantalla grande, los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli fundaron la productora EON, nombre muy significativo para el emprendimiento cuyo significado viene de tomar las iniciales de "Everything Or Nothing", "Todo o Nada" en su traducción, y que hacía referencia a la situación en la cual se embarcaban arriesgando todo lo que tenían en ese momento, pensando que la apuesta sería todo un éxito... o todo un fracaso.

Distintas propuestas de afiches con los que se promocionaría
el filme alrededor del mundo


"Dr. No" se produjo invirtiendo una fortuna de aquellos años o una bicoca de éstos, según se lo vea: solamente un millón de dólares; teniendo en cuenta que hoy día se invierte mucho más en un capítulo de una serie de T.V. y contando los beneficios que reportó y reporta aún hoy, podemos concluir a la distancia que la inversión fue una verdadera ganga, pero en aquel entonces sonaba más a un disparo cerca de la cabeza...
Es el único filme Bond que no contó con los gadgets que usualmente veríamos después a lo largo de toda la serie. Su fortaleza radicaba simplemente en un buen guión, muy actual para la época, personajes bien definidos, buenas actuaciones y el protagonismo franco y directo del actor elegido por los productores y, en principio, resistido de mala forma por el propio padre literario del personaje, el novelista Ian Fleming.
Sean Connery, el elegido a expensas y recomendación exclusiva de la mujer de Broccoli, Dana, le dio al personaje una justa representación. Combinó todo lo oscuro que se pudo de lo que los libros citaban, con la elegancia, el porte y la seguridad que el actor escoces pudo aportarle.
A diferencia de como lo vimos los espectadores en pantalla, elegante, seguro, fino y de exquisitos modales, para Fleming Connery era la personificación de todo lo hosco, burdo, desgraciado y brutal que se podía conseguir solo con tomar a un ex competidor de Mr. Universo y tratar de convertirlo en actor.
Pero contrariamente a las primeras impresiones que produjo, Connery terminó aportando lo necesario y mucho más para seducir a las audiencias de buena parte del mundo que, conociendo al personaje a través los libros, tenían una imagen mental suya muy bien definida.
Una curiosa imagen en la que están juntos los cuatro responsables del éxito:
Saltzman, Connery, Fleming y Broccoli, durante la planificación
de uno de los primeros Filmes Bond
Esto se combinó a la perfección con una excelente edición, la elección de locaciones exóticas y un ritmo narrativo sostenido que mantenía un climax constante, haciendo que la audiencia esperara expectante el cierre de cada situación presentada.
La filmación se llevó a cabo en Inglaterra, en los estudios Pinewood que se convertirían en la base oficial de la producción, y en Jamaica para los exteriores.
El cambio de escenario cada pocos minutos fue una novedad para la época  Una jugada inteligente incluida por el director, los productores y el editor; de esta forma, los primeros minutos del filme nos llevan al sol y la frescura de Kingston, Jamaica, para luego trasladarnos al centro de comunicaciones del Servicio Secreto en Londres y poco después entrar al casino donde James Bond mata el aburrimiento jugando cartas.
Sentados alrededor de la mesa, un grupo de asistentes está en pleno desarrollo del juego. Bond no es mostrado de arranque y el espectador, a priori, no sabe con que se va a encontrar. En una mano que se juega, una dama arriesga contra alguien al otro lado de la mesa (que le da la espalda a la cámara) y pierde ante el murmullo del público que observa expectante.

Connery está a punto de acuñar la frase más famosa de la historia del cine.
La mujer, una morocha madura y sumamente atractiva, felicita a su contrincante y hace un comentario elogioso terminando con un preciso "Mr..." que queda suspendido en el aire para que el hombre se presente. Luego de unos segundos de suspenso, Sean Connery se hace cargo y completa la frase acuñando la que sería a futuro la frase más famosa de toda la historia del cine mundial, el ya clásico y consagrado "Bond, ... James Bond".

Sylvia Trench, la contrincante de Bond al otro lado de la mesa. La actriz es Eunice Grayson, a quien vemos
bajo estas líneas en dos momentos de su carrera. En 1962, en el filme. y en años recientes con motivo de
la presentación de un libro sobre "Chicas Bond"


Al correr de los años terminaremos descubriendo que es uno de los filmes más violentos de toda la saga y de los más realistas filmados. En rigor de verdad, si se lo analiza hoy día, hasta cuesta reconocerlo como filme Bond comparándolo con el esquema, más o menos fijo, que impuso un molde a los que vinieron después.
Tal vez el mejor acierto de los guionistas radicó en el hecho de apoyarse directo en las aristas de la época y sus momentos más relevantes y modificando lo menos posible la historia original volcada en el libro escrito por Ian Fleming.
Dos momentos de Bond con Miss Taro
La despiadada carrera espacial entre EEUU y URSS, los resabios dejados aún por la Segunda Guerra Mundial, el peligro que significaba la carrera armamentista para la paz mundial y la rudeza del proceder de  Bond a la hora de ajustar cuentas con sus adversarios, fueron los puntos altos que la historia propuso a la audiencia. Haciendo además referencia de una forma tangencial a que la sórdida lucha que libraban los agentes de uno y otro bando no tenía nada de romántico ni glamoroso, como antaño se quería hacer ver.

Si no, basta con ver la secuencia en la que 007 espera al Dr. Dent, luego de despachar a la Srta. Taro.
Bond lo asesina a sangre fría rematandolo de un disparo en la espalda estando ya tendido en el suelo. Luego retira el silenciador del arma soplándole el humo residual antes de guardarlo e irse del lugar tranquilamente.
Toda esta secuencia se juega en silencio, sin música de fondo, y cuando Bond se va, la imagen funde a negro con total suavidad. Una pequeña joya de la dirección.



Bond se encarga del Dr. Dent en una muestra de fría brutalidad homicida

Esa escena captura la esencia del personaje que delineó Fleming y el director Terence Young se encargó de reafirmarlo de forma específica "Bond es un ejecutor (forma delicada de referirse a un asesino oficial) que cumple órdenes; no debemos olvidar eso"
Lamentablemente después de ésto, y con la intención de suavizar las historias para que deriven a un concepto más abarcativo en cuanto al entretenimiento, éstas características de realidad fueron reemplazadas gradualmente por otras fantasiosas que en muchos casos rozaron lo ridículo haciéndole perder seriedad al personaje y a la propuesta general. En particular, a partir de las protagonizadas por Roger Moore, luego de un primer fallido intento por reemplazar a Connery con Lazemby, cuando se decidió que Bond sería para toda la familia...


Ursula Andress, la primera Chica Bond de la historia.

Hablemos de Guión

Nunca los guiones de los filmes se adaptaron a la línea que Fleming planteara en sus libros. El punto principal era que estas historias habían sido escritas en otros tiempos, con otros códigos y otra realidad de entorno muy diferente al momento en que se realizaron cada uno de los filmes.
Las novelas de Fleming quedarían fijadas a la década de los años cincuenta. Los filmes atravesarían cinco largas décadas, tiempo durante el cual el mundo y la vida diaria cambiarían de manera vertiginosa año tras año.
Si bien entre la edición original de "Casino Royale", primera novela de las escritas, y el estreno de "Dr. No" pasaron solo diez años, los cambios aplicados a la realidad mundana eran varios y notables. Ni que hablar de lo que ocurriría en los diez o veinte años posteriores; las distancias entre literatura y cinematografía se ampliarían de manera desproporcionada.


El temible y misterioso Dr. Julis No





La base literaria de "Dr. No" fue respetada todo lo que se pudo, pero en un punto los productores debieron ajustarse a las necesidades del espectáculo cinematográfico.
Algunos personajes fueron modificados, otros creados para el filme sin siquiera aparecer en el libro. 
Por ejemplo, el personaje de Felix Leiter, el agente de la CIA que colabora con Bond a lo largo de varias aventuras, aparece en el filme pero no justamente en ésta novela.


Otra escena que se convertiría en clásico: M da instrucciones a Bond sobre su próxima misión.
Aquí, al inicio de "Dr. No" M le reclama cambiar su pistola Beretta 25 por una más efectiva
Walther PPK 7.65, que Bond se resiste a abandonar...



A la vez, y en lo que refiere a enemigos, los productores han tratado de que el foco de los males que Bond persigue se desplace de las organizaciones imaginativas que Fleming cita en sus libros a otros más ajustados a la realidad. Principalmente poniendo el ojo en la amenaza comunista de la Unión Soviética y sus satélites.
En función de ésto, y a diferencia de los planteos que siguen las novelas, en los filmes y a través de los guiones se crea una matriz que será marca registrada a lo largo del resto de la saga: una fórmula que respeta varios actos estructurados de idéntica manera y que acaba invariablemente en territorio villano, donde se expondrá a toda orquesta y en el mejor set de los usados a lo largo de todo el filme el final grandilocuente.

Sea en el laboratorio del Dr. No, en el volcán de Blofeld, en el super tanque flotante de Stromberg o en la estación espacial de Hugo Drax, los finales de los filmes Bond siempre se destacaron por ser el punto más alto, el climax de la historia.
Cada cita de cine con un nuevo título, era un desafío para ver con que se superaban respecto al anterior. Y como en "Dr. No" no había anterior, había que sentar precedente.




El arma que acompañaría a Bond durante los siguientes 20 años.
La Walther PPK 7.65 de la firma alemana.
Otro clásico Bond. 
Y se estructuró uno de muy buena altura.
El laboratorio desde el cual se interceptaban los cohetes lanzados desde Cabo Cañaveral, se hallaba oculto en una isla utilizada por las aves para anidar y reproducirse. Lo que abundaba en ella era el guano, la defecación de los animales.
Nada mejor para mantener alejados a los curiosos. Pero por si eso no fuera suficiente, los nativos alimentaban la historia de un dragón que lanzaba fuego y custodiaba la isla contra curiosos. De hecho varios habían desaparecido y a otros se los hallaría calcinados para reforzar la historia.
Bond descifra el misterio, por supuesto. Pero hasta tanto esto, tiene oportunidad de conocer las entrañas de la isla donde el malvado Dr. Julius No vive como un rey disfrutando de lujos y comodidades mientras ejecuta maldades y roba cohetes para los rusos.

Alejándonos de Jamaica...

"Dr. No" es solo el puntapié inicial de una larga lista de éxitos de taquilla que llega hasta nuestros días con el último título estrenado hace ya un tiempo: "Spectre"
Luego de "Dr. No", Bond deja atrás las cálidas aguas que rodean Jamaica para dirigirse a Turquía en su siguiente aventura cinematográfica.
Tal vez sea "Desde Rusia Con Amor" la historia que más puntos en común comparta entre guión y novela. De hecho, los productores potencian el espectáculo en la segunda entrega a partir del éxito obtenido en la primera.
Los temores del "Todo o Nada" del inicio se disipan por completo.
En el horizonte se vislumbra un futuro prometedor, tanto para 007 como para los encargados de armar una película cada año o dos.
Uno de esos fines de semana que el cable no ofrece nada mejor para ver (casi siempre), es una buena idea volver atrás en el tiempo y disfrutar de cada filme Bond recordando los tiempos en que no existían computadoras y todo el trabajo se hacía de manera artesanal, gracias al esfuerzo y dedicación de verdaderos ejércitos de técnicos y operarios que creaban la fantasía a mano...


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