sábado, 28 de mayo de 2016

"The Living Daylights" - Volver a Las Fuentes (I)






Ya desde el afiche del filme se veía que este Bond era una cosa seria.


Varias veces a lo largo de la saga, los productores de la franquicia más longeva del mundo del cine intentaron cambiar el rumbo de la propuesta que llevaban a la pantalla grande una vez cada dos o tres años.
Hablamos obviamente de la Saga Bond y los intentos por acercar al personaje cinematográfico y a su alter ego literario, el primero en nacer, el imaginado originalmente por Ian Fleming a principios de los años cincuenta.

El primer intento se dió cuando Connery deja el rol vacante, después de "Solo Se Vive Dos Veces" y lo ocupa George Lazenby al filmar "On Her Majesty Secret Service".
En esa oportunidad, por primera vez se va sobre el libro original y se respeta la línea del relato de manera precisa, abordando la historia más personal y dramática sobre 007 escrita hasta entonces.

Fleming llevaba un cierto hartazgo de Mr. Bond, cuando el personaje había vivido solo tres aventuras. Un íntimo amigo suyo que se negó a que 007 muera al final de "Desde Rusia Con Amor" a consecuencia de un letal puntapié asestado por Rosa Kleb con su zapato munido de una cuchilla retráctil envenenada.
A partir de allí, Fleming comenzó a torturar a su personaje de una manera despiadada en cada nueva historia. Tal vez con la esperanza de que éste muera por las de él, sin hacerse responsable el autor de ese hecho... Y así las novelas se sucedieron hasta la muerte de Fleming. Pero en el cine, la cosa seguía otro ritmo.

Al filme "Thunderball" en 1965 le sigue "Solo Se Vive Dos Veces" y luego "Al Servicio Secreto de Su Majestad", cuando en realidad la línea de tiempo en la narración original de las novelas de Bond sitúa a "Al Servicio..." como anterior a "Solo..."
Y ésto obedece a que es en "Thunderball" donde Bond descubre a SPECTRE y a su titiritero Blofeld. A continuación, luego de el paréntesis en "El Espía Que Me Amó", Bond sigue el rastro de éste hasta los picos de los Alpes Suizos donde el villano asesina a su recién tomada esposa.
Y es en "Solo..." que Bond viaja a Japón, cegado por el deseo de venganza, para dar muerte a su némesis quedando él mismo al borde de su final.
Volverá poco después en "El Hombre del Revolver de Oro", con el cerebro lavado y queriendo asesinar a M para cumplir con su última misión antes del retiro final.
En tanto en el cine, el orden se altera irrespetuosamente.
A "Thunderball" le sigue "Solo..." y es en "Al Servicio...", cuando Connery se retira, que se trata de volver al origen respetando la historia narrada por Fleming y reflejando en ese filme lo mejor y lo más puro de la esencia Bond.

Una vez Lazenby fracasara al no ser aceptado por el público mundial, Connery debió volver para sostener la antorcha hasta tanto Moore se hiciera cargo.
Aquí, con el inicio que marcó "Vivir y Dejar Morir", en realidad lo que los productores hicieron fue alejar aún más al personaje de Fleming de su original literario.
A cambio de llevarlo por un camino más sórdido y oscuro, la dupla Broccoli Saltzman optó por un Bond de perfil familiar y ameno  (muchas veces en el límite con lo bizarro) identificado con la imágen que Moore traía desde "El Santo" y "The Persuaders", que aquí se conoció como "Dos Tipos Audaces" título bien argento y desubicado.


La imagen de base que se utilizaba en el marketing del filme
se mantenía en los distintos productos.
Aquí la portada de la banda sonora.
Es del tercer intento del que nos vamos a ocupar de hablar aquí.
El que data de 1987 y tuvo al desconocido, para nosotros, Timothy Dalton en la piel del 007. Tal vez el cuerpo que mejor le calzó al veterano agente, el más interesante y mejor ajustado a Fleming hasta ese momento... pero también el menos comprendido y aceptado por los fanáticos, lo cual determinó solo dos entregas y peligró en acabar con la saga, poniendo a Bond de vuelta donde Lazenby lo había dejado.

Curiosamente, y no por casualidad, "Al Servicio Secreto..." y "The Living..." son valorados hoy, a la distancia, como justos y osados filmes, cuyo mayor merito fue tratar de mostrar un Bond más fiel al frío asesino pintado por Fleming en sus libros, que a la caricatura personificada por Moore muchas veces.

"OHMSS" comparte ese privilegio con "The Living Dayligths" y con "Licence To Kill", ambos filmes protagonizados por un ignoto pero acertado Timothy Dalton, un prestigioso actor del teatro clásico británico, que ya había sido fichado para cubrir el rol de 007 diez años antes, pero que no lo logró debido a que por fin se había obtenido la carta blanca para contratar a Roger Moore. Así que...


Distintas Elecciones, Mismas Características.


Cada vez que Broccoli y Saltzman decidieron cambiar de actores para el rol de 007 se enfrentaron siempre con los mismos desafíos y encontraron siempre las mismas trabas.
Primero, no hallar al hombre al que el esmóquin le calzara medianamente bien; segundo, al hallarlo, por lo general, era demasiado joven o demasiado viejo para el rol.
Aunque a la larga terminaron haciéndose del papel, esto le ocurrió sucesivamente tanto a Moore, a Dalton y a Brosnan.
Dalton fue evaluado a inicios de los setentas pero descartado por sus apenas 26 años de edad, lo cual le impedía entrar en el rol de un personaje que supuestamente estaba entre los 35 y los 40 de su vida.
Pero para la segunda mitad de los ochentas estaba en su madurez justa y superó en pruebas de pantallas a Sam Neill (Jurasic Park) y al propio Brosnan, quien tuvo en esa ocasión problemas de contrato con su protagónico en "Remington Steele"; su oportunidad llegaría promediados los noventas.
Así, el actor de teatro conocido y afamado por su prestancia en la interpretación de obras de Shakespeare, fue protagonista y motor del primer intento serio de cambio de perfil que se le quiso hacer a Bond, luego del sitio de ridículo en el que lo había dejado Moore.





En la situación que fuere, la expresión de Dalton demostraba que este Bond estaba dispuesto a todo


Volviendo A Las Fuentes...


Dalton da a la perfección y encaja como ningún otro en la pintura que Fleming hace de su agente en los primeros libros de su creación.
Bond es allí, en la descripción de los libros, un hombre alto, delgado y sombrío, de mirada fría e inexpresiva, la expresión adusta pintada en el rostro y una voz masculina que se escucha en un permanente susurro, como si hablara entre dientes. Ese es Bond. Ese es Dalton.
Luego de Moore en su última y lamentable película, los productores entendieron que si no se adecuaban a las demandas de la época iban a perder el tren y su negocio naufragaría en aguas del fracaso.
El momento demandaba personajes de corte más oscuro, conflictuados; piensen en el Batman de Keaton, el Rambo de Stallone o los roles encarnados por Schvarzenegger en distintos y variados filmes hechos hasta ahí.
El público ya no quería divertirse en familia con sus héroes y verlos en situaciones humorísticas. Ahora era tiempo de  sangre y de conflictos existenciales. De replantearse el rol que uno cumplía. De ser capaz de sangrar y sufrir como cualquier hijo de vecino.
Y eso es lo que Bond les trajo.



Las primeras imágenes son impactantes y tienen la impronta
de lo real en su realización técnicamente perfecta. 
"The Living Dayligths" es uno de los mejores filmes de la saga en varios sentidos. Primero, porque hace justicia con el Bond ajustado al talle de Fleming, tanto en la descripción como en la actitud. Con Dalton, Bond deja de ser el sujeto pedante de Connery o el simpático que agracia a todos de Moore.
Dalton pone expresión fría y mirada gélida a través de su rostro. Mira a cámara y uno realmente lo cree capaz de matar de verdad a sangre fría.
Los tres Doble Cero inician el ejercicio saltando sobre Gibraltar


Y entonces, ya del arranque, se ve un Bond decidido, implacable, violento.
Un auténtico soldado, un comando que hace uso perfecto de la autorización de matar que le otorga el prefijo doble cero. Y no duda en ello.
La apertura de la nueva entrega encuentra a tres agentes Doble Cero en un ejercicio de infiltración en las instalaciones de radar de Gibraltar, la base que los ingleses poseen en territorio otora español.
Una práctica que no debería tener mayores complicaciones se convierte en una masacre cuando dos de los Doble Cero son ejecutados por alguien ajeno al personal propio. Cuando Bond lo detecta, no duda un instante en ir tras él.
Y así se presentan tanto Dalton como Bond.
Y como se puede ver en el vídeo no defraudan y prometen mucho.





La Visión de Fleming.


El guión del filme esta basado en un cuento o historia corta extractada del libro "Octopussy". Allí se relata una misión asignada a Bond en la cual debe evitar que un francotirador frustre la deserción a occidente de un militar del otro lado de la Cortina de Hierro.
Distintas portadas del libro de Fleming
(esta imagen y siguientes)
En el medio de la misión, Bond se encuentra con una mujer al otro lado de la mira.
El tirador que debe neutralizar es nada menos que una mujer.
Y Bond duda un segundo en su objetivo. Pero como buen ejecutor y hombre práctico que es, decide rápidamente como resolver la situación.
Inutiliza al francotirador asestándole un disparo que le parte el arma y lo hiere en el brazo. 
Por una vez se permite perdonar la vida del enemigo, una mujer en este caso, le impide matar al desertor y a la vez, según sus propias palabras, le da "un susto de muerte" ("a living daylight...") que le hará repensar su intención de ponerse detrás de la mira de un rifle la próxima vez.
"Un susto de muerte" es la expresión por la cual se puede traducir e interpretar en sentido conceptual el título original del cuento y del filme...

A partir de ese planteo original, la trama del filme se desarrolla a espaldas de la capacidad y la imaginación de los guionistas del filme, quienes arman toda una historia a partir de éste hecho en la cual nada será lo que parece.
Y la supuesta ejecutora, se revela en realidad como parte de un entramado complejo y peligroso que llevará a 007 desde las civilizadas calles de Austria al pintoresco y peligroso Marruecos para terminar en pleno Afganistán disputado entre talibanes y rusos.

El filme tiene ritmo en la acción, solidez en los personajes y seriedad en el tratamiento del planteo; todo se ve bien armado, creíble por primera vez en la historia, para que 007 se luzca desde sus reales atributos.
Bond es creíble, es humano. Por primera vez comete errores, juzga mal, es engañado y queda a la saga de la iniciativa que otros toman. Así y todo hace su trabajo bien y cumple con las exigencias de Su Majestad.
En la siguiente entrega, tendremos la oportunidad de revisar imágenes sobre cómo se filmó esta primera actuación de Dalton como 007 y conocer algunas particularidades alrededor del primer filme que intentó, en serio, mostrar el Bond al que Fleming dio vida en sus novelas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario