Fue en una nota anterior (buscar abril 30 de este año) que se inició esto de delinear la "biografía" de uno de los personajes más iconicos y reinventados de la historia de la literatura y la cinematografía popular contemporánea.
En ella se planteaba que James Bond, de él es de quien hablamos, fue creado como protagonista de una saga de novelas a principios de la década de 1950 y posteriormente redefinido a partir de una serie de filmes que comenzaron a producirse a partir de 1962 y hasta la actualidad.
Para lograr ajustar al personaje a cada época que atravesó, fue obligación de cada productor tratar de poner el mayor empeño, la mayor atención, en ubicar correctamente al personaje de acuerdo al momento en que se lo presentaba.
Así, en los inicios, veíamos a un Sean Connery viajando por el mundo ataviado con sombrero, guayaberas o trajes típicos de los países que visitaba. Años después encontraríamos a un Roger Moore perfectamente a la moda de cada tiempo que le tocó atravesar desde que se hizo cargo del personaje en 1973. Siempre de impecables trajes, con vestuarios casuales o ropa deportiva acorde, Moore supo darle un giro a la clase y a la impronta que se esperaba diera el personaje en pantalla. Y lo logró con creces. Ha sido de una misma época tal vez el que mejor ha llevado al personaje.
El tema es que desde su debut en la novela "Casino Royale", pasando por su primer presentación en la gran pantalla en "Dr. No" y hasta la nueva y revolucionaria irrupción en el siglo XXI con "Casino Royale" de 2006, Bond no ha dejado de reciclarse a sí mismo.
Por lo cual me pareció ubicado el hecho de contarle a la gente de este tiempo como era realmente el personaje tal y como lo decidió su creador, casi setenta años atrás...
En ella se planteaba que James Bond, de él es de quien hablamos, fue creado como protagonista de una saga de novelas a principios de la década de 1950 y posteriormente redefinido a partir de una serie de filmes que comenzaron a producirse a partir de 1962 y hasta la actualidad.
Para lograr ajustar al personaje a cada época que atravesó, fue obligación de cada productor tratar de poner el mayor empeño, la mayor atención, en ubicar correctamente al personaje de acuerdo al momento en que se lo presentaba.
Así, en los inicios, veíamos a un Sean Connery viajando por el mundo ataviado con sombrero, guayaberas o trajes típicos de los países que visitaba. Años después encontraríamos a un Roger Moore perfectamente a la moda de cada tiempo que le tocó atravesar desde que se hizo cargo del personaje en 1973. Siempre de impecables trajes, con vestuarios casuales o ropa deportiva acorde, Moore supo darle un giro a la clase y a la impronta que se esperaba diera el personaje en pantalla. Y lo logró con creces. Ha sido de una misma época tal vez el que mejor ha llevado al personaje.
El tema es que desde su debut en la novela "Casino Royale", pasando por su primer presentación en la gran pantalla en "Dr. No" y hasta la nueva y revolucionaria irrupción en el siglo XXI con "Casino Royale" de 2006, Bond no ha dejado de reciclarse a sí mismo.
Por lo cual me pareció ubicado el hecho de contarle a la gente de este tiempo como era realmente el personaje tal y como lo decidió su creador, casi setenta años atrás...
Presentando a un tal Mr. Bond
El obituario que aparece en la página 192 de "Solo Se Vive Dos Veces", título editado originalmente en 1964, dice que el comandante Bond, desaparecido en el curso de una acción oficial en Japón, ingresó a la Marina Real en 1941 contando con la edad de 19 años.
Aunque ésto no es así. De hecho, para ser enrolado, Bond debió falsear su edad dado que al momento de presentarse solo contaba con 17 años reales. Lo cual define que el año de su nacimiento es concretamente 1924.
Su padre era un representante de la célebre firma de armas Vickers y su madre una dama de sociedad suiza. Ambos mueren en un accidente de alpinismo en 1935, por lo cual su hijo James es puesto a los 11 años de edad al cuidado de su tía Charmine Bond, residente en la aldea de Pett Bottom, cerca de Canterbury, en Kent, quien supervisa la finalización de los estudios del joven James en una escuela pública inglesa para luego pasar a Eton, colegio donde fuera tempranamente inscrito por su padre.
Lamentablemente, y a raíz de un hecho reñido con la moral y que lo involucra con una de las celadoras de la escuela, el joven Bond debe ser retirado del mismo a poco de iniciados los cursos.
Es así que se lo recibe en Fettes, la antigua escuela de su padre, donde logra graduarse teniendo una destacada actuación en justas deportivas, principalmente boxeo, en las que llega a representar a la institución en dos ocasiones antes de retirarse.
En 1941 se presenta para ingresar formalmente a la Marina Real. Ésto se logra gracias a las gestiones que un amigo y colega de su padre realiza logrando de esta manera el ingreso de Bond a las filas de la milicia.
Fue destacado a una rama del servicio que tiempo después se convertiría en el Ministerio de Defensa y las tareas a las que fue asignado conllevaban la clasificación "confidencial". Debido a su excelente desempeño durante la guerra en cumplimiento de sus funciones, se le otorga el grado de teniente y una vez finalizado el conflicto es ascendido a Comandante y se le otorga la categoría R.N.V.R (Reserva Naval Real)
Pasa así a formar parte del plantel regular civil dentro del recien creado Ministerio de Defensa donde conoce a M y comienza a trabajar a sus órdenes; se cree que esto se concretó alrededor de 1950. En 1954 recibe la distinción C.M.G, otorgada de manera particular a aquellos oficiales del servicio civil que están en relación con tareas de índole confidencial y/o secretas. Desde ahí en adelante el Comandante Bond toma parte en muchas de las acciones que el Ministerio le encomienda al Servicio Secreto durante la siguiente década.
En 1962 y por un tiempo excesivamente breve, el Comandante Bond contrae matrimonio con la Condesa Teresa Draco de Marsella quien es muerta en un atroz atentado cuyo destinatario real era el propio Comandante. Esto deriva en una situación de vendetta personal en la que se embarca persiguiendo al supuesto responsable del atentado, Ernst Stavro Blofeld, a quien finalmente ubica en Japón.
El Comandante Bond desaparece en aquel país durante una misión en la cual se le había encomendado ubicar el paradero del nombrado magnicida.
Bond estará desaparecido por un período relativamente largo pero luego regresará a Londres para ser internado en una clínica de rehabilitación, dado que en un estado de manipulación mental fue enviado de vuelta a la sede del servicio para infiltrarse con el objetivo de asesinar a M, su antiguo jefe.
El último trabajo conocido del comandante Bond fue la asignación del asesinato de Francisco Scaramanga, un conocido killer cuyos contratos de ejecución se estipulaban en un millón de dolares cada uno.
En líneas generales es ésta la única biografía más o menos ordenada que se conoce del Comandante Bond. El resto de los detalles particulares de su vida debe buscarse, además de en las novelas, en algunos trabajos que se han hecho a lo largo de estos años y que destacan en títulos tales como "Proceso a James Bond" (1965) una recopilación de análisis sobre el personaje, hechos por eruditos en distintas disciplinas entre los cuales está el mismísimo Umberto Eco, "The James Bond Beside Companion" de Raymond Benson o "Bond, James Bond - Agitado y Revuelto" de Carles Prat
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