Retomo la línea de la nota anterior referida a la revista de nuestra infancia.
En este caso, iremos sobre el ejemplar más antiguo que conservo de la época en la cual en mi casa comenzaron a comprarla para mí. Se trata del número 224 del día 26 de junio de 1969.
Estaba dedicado a la fecha patria del 9 de julio de ese año. En la tapa, Anteojito construía una casa de Tucumán con bloques y esferas
Podemos notar en el cambio de la sección "¿Saben Anteojitos...?" como se modificaron los parámetros de gráfica a lo largo de los cuatro años que pasaron de la edición que mostré en la nota anterior a ésta.
Acorde con los tiempos que corrían (seis días antes de este número el hombre pisaba por primera vez la luna) el tema que toca es el de los cerebros electrónicos, primera y remota mención que pudiéramos oír de una computadora aunque en ese momento no lo supiéramos.
La historieta que hay al pié de página era una de mis preferidas: Los Terribles Yes-Yes.
¿Quién se acuerda de estos caramelos? Venían en una caja y no duraron mucho por mis años, o al menos no los recuerdo como una de las golosinas más comunes de comprar en ese entonces.
Lo curioso de esta publicidad es que la firma Noel a través del producto promocionaba un campeonato de fútbol infantil auspiciado por la Asociación del Fútbol Argentino. Los chicos que podían participar debían ser de edades entre 12 y 14 años (de séptimo grado a segundo año de secundaria) y les daban la posibilidad de jugar en estadios de fútbol de los equipos profesionales. Árbitros designados por la A.F.A fiscalizaban los partidos y las cooperadoras de las escuelas obtenían premios de aquellos equipos que las representaban.
Material de estudio de ese número referido a la conmemoración del nueve de julio. La edición había avanzado en el sentido de incluir cada vez más páginas a todo color, tratando de mejorar en todo lo posible la calidad de los dibujos, por ejemplo.
Aquí arriba, uno de los ejemplos de páginas dedicadas al tema "Matemática Moderna". Con "Moderna" se quería referir a un modo de aprendizaje adecuado al momento, y distinto de como se enseñaba y veía a la matemática años atrás. Muchas de las tendencias de enseñanza se trataban de mostrar de esta manera, haciéndolas más amigables no solo para ls chicos sino también para los padres que a veces protestaban ante los cambios.
Publicidades de la época que muestran otro producto de FelFort (reducción y combinación de Felipe Fort) en este caso cacao en polvo que además de ser muy famoso en su momento, se vendía con la imagen de Super Hijitus. García Ferré yFelFort habían hecho un join venture muy auspicioso y novedoso, adelantándose también en ésto a lo que vendría en el futuro, en este caso en el ámbito de los negocios.
Dentro del mercado local, FelFort era el administrador de merchandising de los personajes de García Ferré y el vehículo de venta eran las golosinas. Chocolates, chicles, caramelos en carameleras con la forma de los personajes, productos nutricionales como el cacao y otros eran las formas de llegar a los más chicos invocando a los personajes familiarizados por la gráfica y la televisión.
En el caso de la otra publicidad, "Anteojito" no se cerraba a un solo auspiciante. Terrabusi, como Noel, Georgalos o Arcor después, eran habitués en sus páginas y los chicos reconocíamos sus marcas.
Aquí quien aparece sobre la pila de galletitas de limón y vainilla, bañadas en chocolate, no es otro que El Topo Gigio, personaje que desembarcara entre mediados y fines de los sesenta en la Argentina de la mano de una italiana, María Perego si mal no recuerdo, y su grupo de marionetistas.
En Argentina, Gigio hizo una dupla célebre con el conductor Juan Carlos Mareco (Pinocho) en la pantalla del 13, en un programa llamado "Casino".
"Juguemos Con Anteojito" era una sección que combinaba juego con habilidad. La idea era jugar poniendo en práctica ciertas habilidades psicomotríces. Ser capaz de recorrer el hilo de una línea para saber cual unía un personaje con un elemento, reconocer las diferencias entre dos dibujos en apariencia iguales, colorear espacios reducidos, reconocer formas iguales de entre conjuntos de parecidas u ordenar una secuencia de cuadros de historieta que aparecía desordenada.
Otra publicidad de FelFort, esta vez de Chocolatínes Jack que aún no incluían a los personajes de Don Manuel. Para ver un detalle de las diferentes colecciones a la que el chocolatín nos tenía acostumbrados, pueden ver
esta página de un colega especializado.
Por último otra sección clásica que no faltó nunca en las ediciones salidas hasta el año 1974 al menos.
"Los Chuf-Chuf de Anteojito" compilaban significado de palabras, comentarios curiosos sobre naturaleza, historia o geografía, datos poco conocidos sobre música o curiosidades del mundo animal, además de agregar fotos y datos de lectores que hacían llegar a la editorial sus cartas pidiendo ser mencionados.